Ir o no ir, esa es la cuestión...

 

Ya os conté hace tiempo, más del que debiera, en una entrada que me enfadé unilateralmente con una "amiga".

El asunto es que, aunque parezca mentira, aún no he hablado con ella.

Que conste que yo hice un amago de acercamiento, pero ella ese acercamiento se lo tomó como un "ataque"; fue algo así ...

Cumpleaños de ella... me llama, no le cojo el teléfono, me vuelve a llamar no se lo vuelvo a coger, me manda un sms y me dice que ese sábado celebra su cumple, que va a hacer una barbacoa en el campo, no le contesto el mensaje. Me llaman amigos comunes, me preguntan si voy a ir, les digo que no, pero que si le compran un regalo conjunto participo. Llega el día del cumpleaños, nuestros amigos comunes le dicen que yo también había participado en el regalo, y en vez de enviarme un sms para darme las gracias o simplemente pasar de mí y no decirme nada, me envía un mensaje para ponerme fina. 

Paso y no le contesto, y hasta hoy.

Y no es que en este tiempo le haya estado huyendo, simplemente no hemos coincidido.

Bueno, y ahora entro en la cuestión...

La semana pasada me llama mi amigo J., y me dice que a finales de octubre va a celebrar el cumpleaños de su pareja, en plan fiesta multitudinaria, y que el churri y yo estamos invitados, y que como será el día de Halloween hay que ir disfrazados.

No, no penseis mal, el dilema no es qué disfraz me voy a poner, que lo tengo claro... voy de BRUJA!!! 

Cuando me invitaron sabía que ella iría también a esa fiesta, y  no me hacía mucha gracia encontrármela después de tanto tiempo... pero bueno.. iría y que saliese el sol por Antequera.

Hasta ahí todo claro.

Dos días después de esa llamada, el churri recibe otra llamada, era de G., el marido de mi "amiga" con la que estoy enfadada y le dice que un fin de semana antes de la macrofiesta cumpleañera, él va a organizarle otra (también mogollónica, pero ésta "sorpresa") a mi "amiga", que también cumple años. Y que el churri y yo estamos invitados (esta vez no hace falta disfrazarse).

Y entonces surgió el dilema...

No me apetece ir a la fiesta de cumpleaños de mi amiga; pero si no voy a la suya y voy a la otra y me encuentra allí, va a liar el pollo, es más, si va con dos copas de más, se va a liar el pollo y si a mí me pilla con los cuernos retorcidos... se va a complicar la cosa.

Otra opción es hacer de tripas corazón e ir primero a la suya para limar asperezas... pero es que considero que si es su fiesta de cumpleaños el que yo vaya puede poner "en peligro" el que ella se lo pase bien (y joder!! es su fiesta). 

No es que yo vaya a liarla, eh!!, pero la conozco, va a empezar a preguntarme, o a pegarme tiritos... y bueno... si le doy las "explicaciones" que ella va a querer... no creo que le sienten muy bien... así que conclusión... le amargaré la fiesta.

Otra opción sería... llamarla antes de las dos fiestas... quedar con ella para tomar un café y hablar; pero es que tampoco me apetece....

¿Qué haríais vosotros?

Por cierto... os dije que voy de BRUJA???????