Hombre rubio busca móvil

Hoy me he pasado el último cuarto de hora de trabajo riéndome, pero no creáis que ha sido una sonrisita, o una risilla pequeña, no no, he llorado de la risa.

No sé si voy a ser capaz de relataros lo acontecido... pero vamos a ello...

Primero os voy a poner en antecedentes contándoos cómo son los dos personajes de esta historia:

- L. : L. hace poco que trabaja en mi empresa, y está zumbadísima. No sólo su cara es el espejo del "aventamiento" que tiene, sino que lo que hace y lo que dice también lo corroboran. La cosa es que a mí me parece muy buena niña... buena niña... pero loca como una chota.

L. está contratada de apoyo, y un día está sentada en un sitio y otros días en otro, dependiendo de las vacaciones, bajas, etc, de los demás.

- R. : R. es antiguo en la Empresa, un poco más antiguo que yo. Es buen tío, sabe un montón, trabaja muy bien, pero... es un berraco. Tu lo ves ahí, rubito, con los ojitos azules, lleno de pequitas, todo pijillo.... y piensas una cosa; sin embargo cuando abre la boca... piensas otra. A lo bruto que es hay que sumarle que cecea; sí, no existe una "ese" que salga de su boca. Habla tan sumamente cerrado que a veces me cuesta entenderlo.

La cosa es que hoy R. a la hora del almuerzo se da cuenta de que no lleva consigo su teléfono móvil, y empieza a emparanoiarse pénsando dónde ha podido dejarlo por si lo ha perdido. Memoriza a todos los sitios a los que ha ido desde la última vez que lo vio (al móvil) hasta ese preciso instante y llega a la conclusión de que ha debido dejárselo en su mesa.

Vuelve de comer y lo primero que hace es mirar a ver si está allí el móvil!!! Horror!!! el móvil no estaba!!!. Y ¿qué hacemos todos cuando no encontramos nuestro teléfono móvil? sí sí, lo que estáis pensando... llamarnos a nosotros mismos para ver "por dónde suena".

Marca su número de móvil desde su teléfono fijo... y según cuenta él....

- Quilla, que empecé a oír la múzica del móvil pero muy lejana... y me dije ojú yo me estoy emparanoiando y ya oigo la múzica en mi cabeza. Azí que marqué otra vez a ver zi eran imaginaciones mías.... pero no lo eran... otra vez zonaba la múzica...

Se dirigió hasta el sitio de donde procedía la musiquita de su móvil y resultó ser el bolso de L. y le dice...

- Mira L. que vengo ziguiendo la múzica de mi móvil y mi móvil zuena en tu bolzo.

L. lo mira extrañada... con su cara de pirada y abre el bolso.

Y él sigue contándome.. Mo, que la tia abre el bolzo y el móvil dentro!!!!

Ella le responde:

- Ah, el móvil es tuyo?

- No te estoy diciendo shiquilla que vengo ziguiendo la múzica de mi móvil hasta aquí

- Es que me lo encontré (zí, ze lo encontró en mi meza, perdío que estaba - me relataba él en modo irónico) y pregunté de quién era y como nadie contestó y como mi padre me había llamado esta mañana diciéndome que a mi madre se le había perdido el móvil pues pensé que era de ella.

Y me dice la tía que ze creía que el móvil era de zu madre Mo, - me contaba R. - ¿zu madre trabaja aqui acazo? ¿cómo puede penzar que el móvil era de zu madre? y dice que ze lo guardó porque nadie contestaba... cómo iba a contestarle zi eztaba comiendo!!!

Sabéis... lo más fuerte de todo no es que el móvil de R. apareciese en el bolso de L. Sino que estoy segura... de que L. en su paranoia, asoció el hecho de que a su madre se le había perdido el móvil, y que había un móvil "abandonado" en la mesa de R. y creyó firmemente que ese teléfono era de su madre.