Tengo un trabajo que, desde hace unos cuatro meses, me obliga, aparte de a madrugar más, a comer fuera de casa.
Almorzar todos los días por ahí es una aberración, y no sólo en cuanto al bolsillo se refiere, sino también al estómago, así que no quedó otro remedio que acudir al tupper de toda la vida.
En el trabajo hay una minisala habilitada de comedor... pero ese es otro cantar y quizás otro "tema" para otra "entrada", y no me quiero extender demasiado.
A lo que iba... cuando me enteré de que tenía que comer fuera de casa diariamente... me entró una especie de depresión (vale, no depresión-depresión, pero sí un humor que no había quien me aguantara), y como buena consumista decidí comprar cosas que me motivaran, entre ellas el maletín cuya foto abre esta entrada. Que he de reconocer que es monísimo y glamourosísimo y por supuesto mucho mejor que una bolsa de plástico de Mercadona, incluso mejor que una bolsa de plástico del Corte Ingles.
Pero.. no contaba con que soy una despistada y a las siete de la mañana y con mucho sueño, más.
Llené mi tupper con garbanzos con bacalao (lo sé, se acaba de ir todo mi glamour pero es que el sueldo no me da para caviares ni para delicatessen a diario), y jolín... viva la dieta mediterránea!!!.
Metí el tupper en el maletín junto con una cuchara, unos piquitos y un par de servilletas... me puse la chaqueta... cogí el bolso y hale... a trabajar!!!
A seis metros de mi casa, en la oscuridad de la noche... oigo un estruendo!!! No me lo podía creer!!! Se me había olvidado cerrar la cremallera del puñetero maletín (que es tan bueno que si tras meter la comida pones las dos partes en su sitio se quedan ahí fijas las jodidas, sin darte una pequeña pista de que se te ha olvidado "algo")... se había caído el tupper, que también se abrió (y juro y pongo a Dios por testigo de que ese sí lo cerré)... mis garbanzos estaban desparramados por la acera!!! Eso sí, me di cuenta de que me habían salido un poco duros... porque no veas como rodaban los muy cabrones!!!!
Jajajajaja, esto me ha recordado a mi hija que también se lleva la comida al trabajo y en alguna ocasión le ha pasado algo parecido.
ResponderEliminarCocido, pimientos rellenos, verduras y alguna que otra delicatessen similares, es lo que suele llevar de primer plato.
Saludos
Bueno yo también formo parte del grupo de los que comen fuera de casa, habitualmente de tupper.
ResponderEliminarRaro es el día que no me olvido el tenedor, el cuchillo, o el propio tupper... jeje es que uno a según que horas no es persona.
Gracias por pasar por mi blog. Me gusto el tuyo, te sigo.
Saludos.
El maletín es monísimo, sí, pero no sé qué haría yo sin mi siestecilla de después de comer, antes de venir otra vez al despacho :)
ResponderEliminarNo sé lo que cundirán los garbanzos cuando salen del envase, pero garantizo que un potaje para cinco cunde muchísimo si revienta la olla... No descarto que en la cocina haya todavía alguna espinaca o garbanzo fosilizados.
Yo no sé qué es peor, si tener que comer en el trabajo o comer a las cuatro y media porque no trabajas por la tarde y no llegas antes de las cuatro y veinte.
ResponderEliminarJubi, ayss creo que tu hija tiene más mano pa la cocina que yo, que soy de las de sota-caballo-rey, y para un día que innovo... desparrame de garbanzos... ya ves... un desastre!!.
ResponderEliminarJaurioles, ya estoy viendo que lo del tupper está mas extendido de lo que pensaba... pero ná, habrá que resignarse al tupper, que vamos a hacerle!!!
Yo también te sigo.
Princesita...yo también añoro mi siestecilla... ayss aquellos maravillosos años!!!
Uhm Koti, pues yo creo que es mejor comer en casa, aunque sea tarde, porque luego te acoplas en el sofá... y dejas que morfeo venga a por tí, aunque sea cinco minutines.
Jijiji!! pues nada a ponerse la dentadura y a moderles fuerte jejeje. No sé si me daría más cosa quedarme sin nada para jalar o que alguien me viera tirando un tupper de garbanzos por la calle (y eso que a mi también me encantan las legumbres)...
ResponderEliminarA ver si el jefe se estira y os paga aunque sea un menú del día en el bareto de turno, que tela marinera...
Un besote
Wenanena: ya te digo... menos mal que el tupper se me cayó a las siete y poco de la mañana y a esa hora ni las calles están abiertas... vaya que soy la unica desgraciadita que madruga tanto!!!.
ResponderEliminarJajaajja me rio porque es gracioso, pero a ti supongo q poca gracia te haria ver tus garbanzos rodando ;)
ResponderEliminarYo tambien como fuera de casa, pero no me complico, me arreo un sandwich y voy q me mato.
Besos.
Sandra... pues bueno.. no me lo tomé muy mal del todo... eso sí, cuando se lo conté a mi madre, va la tía y se descojona y eso no me sentó tan bien (aunque tampoco es que me enfadase pero pensé que iba a decir algo así como... "pobrecita mi hija que se ha quedado sin sus garbanzos", sniff.)
ResponderEliminar