Edelweiss Edelweiss

Hoy me ha llamado una amiga y me ha dicho:

- Mo, ¿a qué no sabes a quién me he encontrado hoy y me ha preguntado por tí?

- Pues no sé niña, ¿a quién?

- Al Edelweiss, que sigue igual de monísimo

- Anda, joer, hace un montón que no lo veo, desde la Facultad...

- Pues me ha pedido tu teléfono y el mío para llamarnos para quedar un día, me ha dicho que también vendría L.

- L? ¿y quién es L?

- No tengo ni idea, pero me lo ha nombrado como si yo lo conociese, asi que será el amigo ese que iba siempre con él.

- Ah, pues igual sí. Oye, y el Edelweiss ¿cómo se llamaba?

- Tía, pues no me acuerdo.

(Risas, carcajadas de las dos, imaginándonos que el Edelweiss nos llamaba y no ibamos a saber quien era, porque él no tiene ni idea de que lo llamabamos así, y claro si llama se identificará con su nombre, y a nosotras nos sonará a chino, y cuando al fin logre identificarse no vamos a decirle... "Ah, el Edelweiss, haberlo dicho antes!!!!")

- Oye, y ¿por qué lo llamabamos el Edelweiss?

- No me acuerdo (risas)

- Yo tampoco (carcajadas).

Y es que en mi época de facultad a ningún tío lo llamabamos entre nosotras por su nombre, a todos le habíamos puesto algún apodo, supongo que para poder hablar de ellos en clave sin que nadie se enterara.

Y nos hemos puesto a recordar "sobrenombres", y de la mayoría de los "dueños" de los mismos no nos acordabamos de su nombre real.

- San Ilde. De este sí me acuerdo de su nombre real "F". Y me acuerdo porque estuve enamoradiiiiiisima de ese niño (y a él tambíen le molaba yo, pero por hacerme la chula la cagué para siempre, snifff). Lo llamábamos así porque jolín de vez en cuando se ponía unos pantalones de pinzas horterísimos, y parecía un Niño de San Ildefonso, pero vaya que a mí ya se podía poner calzoncillos largos que sonreía y me derretía enteríta, aysssssssss que sonrisa mas preciosisima tenía. No era especialmente guapo ni nada, pero me tenía coladita perdida (jolín me da vergüenza hasta reconocerlo!!!)

Bueno, de este he explicado un poco más... porque me he emocionado pensando en esa sonrisita.

- "M. el fantástico": de caerte pa` atras de guapo (y eso que a mí los rubios nunca me han gustado mucho). Lo de "el fantástico" se lo puso él mismo y no iba a ser yo quien le llevase la contraria. Recuerdo que estuvo un tiempecillo detrás de mí, pero yo como estaba colada por San Ilde, pues no le hacía mucho casito, sólo a medias,  (aysss que tonta era una antes!!!)

- "No saludes cuando vayas con tu padre". Obviamente sobran las explicaciones del sobrenombre. Tampoco recuerdo cual era su nombre real.

- "El huevo duro": ni idea de porqué lo llamabamos así, ni cual es su nombre.

- El cuasi: exactamente igual que el anterior, ni puñetera idea de nada.

- El Chinlú: de ese sí me acuerdo del nombre y era de los pocos que sabía que lo llamabamos así, pero como le gustaba mi amiga, pues le daba igual cómo lo llamasemos con tal de que lo avisasemos para cualquier cosa (tomar cafe, estudiar, marchitas), ahí estaba él, perenne.

- El Moranco: no es que fuese del Reino Alagüita, es que era muy blancucho y muy rubio y parecía el hermano menor de los Morancos, así que lo tuvimos fácil.

- El de la Contra Nicaragüense: uff ese pobre chaval está estigmatizado para siempre, yo creo que media facultad no sabía su nombre, pero lo bautizamos , y así se quedó para los siglos de los siglos.

Y no sigo... porque esto se haría interminable, porque no sólo nuestro "ambito de acción" se limitaba a nuestra facultad, sino a todas las colindantes!!!.

Ayssssssssssss aquellos maravillosos años!!!!!!!!!!!!!!!!!!, pero vaya... QUE ME QUITEN LO BAILAO!!!