Ante todo..... mucha educación

En un par de meses tengo unos diíllas de vacaciones, y la verdad.. me apetece solecito; después del invierno lluvioso que hemos tenido... y parece que la primavera viene tres cuartos de lo mismo, me apetece hacer el lagarto y tirarme horas y horas tumbada al sol. Así que este finde he empezado la "Operación Cancún", y no, no consiste en ponerme a dieta (esa es la Operación Putada, que en breve tendré que empezarla también), sino que la Operación Cancún ha consistido en convencer a algunos de mis amigos a que cojan vacaciones en esa época y nos vayamos a la Riviera Maya, (al churri ya lo tengo convencido, jeje).

 

La primera vez que fui a la Riviera Maya, una de las cosas que me llamó la atención fue lo educada que era la gente, sobre todo en el complejo hotelero donde estabamos.


Desde que salías de la habitación hasta que llegabas a cualquier sitio tenías que cruzar unos jardines inmensos y te cruzabas con un montón de trabajadores del hotel, y todos te saludaban.


- Buenos días
- Buenos días


- Buenas tardes
- Buenas tardes


- Buenas noches
- Buenas noches


Por lo que podías dar los buenos días a unas quince personas todas las mañanas, lo mismo por la tarde y lo mismo por la noche.

Y cada dos por tres le decía al churri:


- Hay que ver lo educados que son aqui.


- Aparte de que sean educados, ésta gente viven del turismo, tienen que ser educados.


- Pero es que son hasta pesados de educados.


El complejo hotelero tenía tres restaurantes y en uno de ellos tenías que hacer reserva. Así que una noche decidimos ir a cenar alli y el churri madrugó para ir a recoger la "reserva" (si llego a tener que madrugar yo... esa noche ayunamos... no en todos los sentidos, claro!!). Le pidieron el número de habitación y le dieron un papelito con la reserva. Yo no tenía ni idea de que le dieron el papelito ese.


Llega la hora de cenar y nos dirigimos al restaurante.


Había mas gente que hizo reserva, por lo que tuvimos que esperar unos diez minutitos hasta que vinieron a "acomodarnos".
Llegó un señor con traje de chaqueta, que supongo que era el Maître.


- Buenas noches.


- Buenas noches (por onceava vez).


Y veo como el Maître mira al churri y le pone la mano como para estrechársela, pero no se la pone ahí en plan fuerte... sino como si tuviese un poco la mano tonta....


Y va el churri y, ni corto ni perezoso, le estrecha la mano


El Maitre me mira a mí.. y me pone la mano tonta también... y yo... pues hago lo mismo que el churri... le estrecho la mano (pensando por treinteava vez ... uff esta gente se pasan de educados!!)


El Maître ya un poco descolocado... mira al churri y le vuelve a poner la mano tonta mientras le dice... ¿me da el papel de la reserva? (y se dejan de darme la mano como dos idiotas!!!- ésto último no lo dijo pero lo pensó, me juego el cuello, porque lo pensé hasta yo!!!)


A mí me entró una mezcla de vergüenza propia y ajena y unas ganas de descojonarme que no podía más, no sabía si soltar una carcajada o tirarme al suelo y hacerme la muerta.
Me pasé toda la cena  sin probar bocado,  con la mezcla de risa y vergüenza, menos mal que después unos tequilitas hicieron que perdiese la memoria, al menos hasta la mañana siguiente.


No voy a insinuar que la culpa la tuvo el churri por no decirme que existía un "papelito de reserva", y así presuponer que yo, con lo listísima que soy, (aparte de mis otras múltiples cualidades), iba a darme cuenta que "la mano tonta" significaba "dame el papelito de los cojones de una puñetera vez",  porque os prometo que con el chute de educación que me daban los nativos de allí  todos los días, no solo le hubiese dado la mano al Maître, sino que si tercia, le planto hasta dos besos y me quedo tan contenta!!!



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