Fiesta de los maniquíes

No sé si alguien se acordará de una canción de Golpes Bajos que se llamaba igual que el título de este post.

Pues esa canción ha hecho que tenga un trauma toda mi vida.

Cuando empezó a sonar esa canción coincidió con que mis padres decidieron que nos mudabamos de casa, y creo que coincidió también con el primer año en el que mis padres ya no me llevaban al colegio, sino que iba yo solita "tirando" de mi hermano que iba al mismo cole que yo.

Entrabamos a las ocho de la mañana, por lo tanto en invierno salíamos de casa cuando aún no había amanecido y el camino al colegio se convertía en un verdadero Poltetgeist.

Todas las mañanas nos cruzábamos con una señora mayor vestida de negro, y mi hermano cuando la veía venir dejaba de hacerse el remolón y aligeraba el paso hasta el punto de casi correr, y decírme: Mo, vamos rápido.

Tras cruzarnos con la señora mi hermano volvía la cabeza para mirarla y seguía andando rápido hasta que la perdía de vista.

A mí me resultaba raro, pero pensé que eran tonterias suyas, hasta que un día tras cruzarnos con ella mi hermano me dijo:

- Mo, esa vieja me mira

- ¿Cómo que te mira?

- Sí, Mo, me mira y cuando la pasamos vuelve la cabeza para mirarme.

Al día siguiente observé a la señora mayor y en efecto, desde que veía a mi hermano no le quitaba la vista de encima y cuando ya nos cruzábamos con ella e ibamos en dirección contraria, la señora volvía la cabeza y seguía mirando a mi hermano. La verdad que a mí también me dio un poco de miedito.

Esa tarde se lo dije a mi madre:

- Mamá, todas las mañanas nos cruzamos con una señora mayor que se queda mirando al niño, hasta vuelve la cabeza y sigue mirándolo.

- ¿De verdad?

- Sí mamá, y es que el niño tiene miedo. (Yo también pero claro, era la hermana mayor y la que al fin!! iba sola al colegio, así que omití que a mi también me daba "repelús" la señora aquella)

- Seguro que a esa señora tu hermano le recordará a algún nieto suyo y por eso lo mira, pero de todas formas cruza y vé por la acera de enfrente.

(Y seguro que el nieto está mueeeeeeeeerto - pensó mi mente aterrorizada)

Supongo que ella no se quedó tampoco muy tranquila porque a la mañana siguiente nos llevó al colegio, eso sí, por la acera de enfrente, y menos mal que vino, porque justo en esa acera había una tienda con unas cristaleras enormes, y no era precisamente de juguetes, sino de maniquíes...

La tienda estaba llena de maniquíes, unos de pie y enteros, otros tirados por el suelo, enteros o a trozos, y el reflejo de la luz de las farolas entraba en la tienda formando unos claroscuros que la hacían aún más tétrica y era entonces cuando a mí se me venía a la cabeza la cancioncita de marras...

Rígidos los cuerposssssss.... los maniquíes bailan................... fiesta de los maniquíes... no los toques por favor.

Mi madre nos siguió llevando al colegio un par de semanas hasta que a mi hermano se le pasó la psicosis de la señora mayor, y de nuevo volvimos a ir al colegio solos.... pero a mí no se me pasó la psicosis de la "fiesta de los maniquíes", hasta el punto que hoy en día veo un maniquí sin vestir y me da repelús.

Pues  hace un par de años estuvieron de moda, como artículos de decoración, el torso de unos maniquíes (sin cabeza ni brazos ni piernas) que algunos están vestidos y otros no, que la gente los coloca en algún mueble de cualquier habitación de casa y se quedan tan contentos, y para mí no hay algo mas absurdo, feo y con tan mal gusto, pero claro igual son bonitos, útiles y glaumurosísimos, pero es que yo.. tengo un trauma de pequeña!!


Os dejo la canción por si alguno no la conoceis, y no me digais que no acojona!!!!